Estas palabras sonaban de
la boca de una mujer abandonada y desesperanzada.
Su matrimonio de casi 12
años, se derrumbó, cuando su marido se fijó en “otra”.
Ahí vienen las preguntas
de una esposa triste, enojada y dolida: ¿Qué hice mal? ¿Qué no hice? ¿Qué tiene
la otra que no tenga yo?
La verdad amiga, no lo sé.
Buscamos respuestas humanas a comportamientos humanos, y yo no he pasado por
esto nunca (espero en Dios no pasarlo) pero este artículo va dirigido a vos que
tanta falta te hace un hombro para llorar o alguna palabra que quizás te
consuele o aminore el dolor de tu corazón quebrado.
Volviendo a las respuestas
humanas, sinceramente creo que no las hay.
Pues si pensamos
humanamente el dicho dice: “de carne somos...” y sí somos de carne y hueso,
expuestos todos los días a tentaciones y pecados, pero no es excusa para hacer
lo que se quiera.
Hay mujeres que ante esta
situación de abandono, tienden a desquitarse negándole la visita de los hijos
al esposo engañador.
Otras, amenazan por
teléfono a la “otra”.
Otras toman revancha y se
van con otro como para que el esposo que abandonó su familia “vea que también
puedo reconstruir mi vida!”
Y así el círculo es de
nunca acabar.
Ahora toda infidelidad,
todo engaño, dolor y abandono de parte de tu esposo, Dios lo sabe, Dios está
vivo ¡y te ve!
Génesis 16:11 Además le
dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.
16:13 Entonces llamó el
nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he
visto también aquí al que me ve?
16:14 Por lo cual llamó al
pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.
Ésta mujer estaba en un
pozo de aflicción, y allí Dios se presenta y le habla y le dice que Él la ve y
ha oído su aflicción, por eso le promete ayudarla.
Ella no conocía a Dios,
pero sus lágrimas sí fueron conocidas por Dios.
Quiero decirte mujer, que
Dios está interesado en tu caso.
Tú eres un asunto personal
para él ¡y promete ayudarte y consolarte!
“bienaventurados los que
lloran, porque recibirán consuelo”
Isaías 54:5 y 6 “Porque tu
marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el
Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
Porque como a mujer
abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la
juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo”.
Tales promesas deberían
sacarte una sonrisa, ya no estas sola con tus hijos.
Deberías volver a recordar
Quien te ama más que nadie en el mundo, deberías recapacitar en volver a tu
primer amor, al amor de Dios... a sus brazos.
¿Por qué crees que Dios
dio a muerte a su Hijo único?
¡¡¡Por Ti!!!
¿Por qué piensas que todo
se te derrumba? ¿Por un hombre? ¿Por un miserable que no distingue lo bueno de
lo malo?
Siéntete amada, bendecida
porque esta leve tribulación momentánea pasará, pero el amor que Dios tiene
eternamente por ti no pasará.
¡Guarda tu corazón para
Dios y él restaurará toda tu vida verdaderamente!.
Tienes razón, yo no he
pasado por un abandono, pero sé quien es Dios y sé que Él sabe como te sientes.
Abandónate en sus brazos
eternos! Dios te bendecirá.
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