Por medio de las pruebas

MATEO 14:28-3128 Entonces le respondió Pedro, y dijo: —Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: —Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! 31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”
Nadie está libre de pruebas. Para ser realistas, tú estás ahora o en una tormenta, o saliendo de una, o a punto de entrar en otra. Sin embargo, adoramos a un DIOS misericordioso que nos bendice, especialmente en los períodos oscuros de la vida.
El pasaje de hoy habla de una noche tempestuosa en el mar de Galilea. En el presente, Cristo nos ofrece lo mismo que a sus discípulos en esa perturbadora situación.
  • Primero, el Padre Celestial da a los cristianos Su presencia, y la promesa de que “nunca los abandonará” (Hebreos 13:5 6). Éste es, quizás, el mejor regalo, porque gracias a este conocimiento ÉL nos infunde consuelo, valor y confianza.
  • Segundo, el Señor bendice a Sus hijos con una vía de escape en medio de las dificultades. ÉL tiene todo el control de nuestras tormentas, y usará la prueba para llevar a cabo Su propósito. Es posible que no lo entendamos, pero podemos confiar en que Su mano nos guiará, y seremos bendecidos. A veces, la razón y el provecho de una dificultad se hacen evidentes, mientras que en otros casos no.
  • Tercero, el Padre Celestial da a los creyentes el potencial para crecer. Las dificultades son ocasiones para aprender a confiar en DIOS y para conocerlo más a fondo tanto a ÉL como Su poder y Su amor.
Nadie se deleita con las pruebas. Pero recuerde expresar gratitud por la mano de DIOS en tu vida, y por la manera en que usará la adversidad para ayudarte a ser todo lo que DIOS tiene previsto para tí. Las pruebas son oportunidades para confiar en el Creador y conocerlo mejor.
ORACIÓN: Señor mi DIOS. Gracias por la seguridad que me das, porque a través de Tu Palabra nos enseñas que tu estarás siempre con nosotros y que nunca nos abandonarás. Que Tú me enseñas y bendices a través de las pruebas. Que las pruebas tienen un propósito y que Tu mano me guiará. Finalmente, a través de las pruebas, aprenderé a conocerte más y más y que creceré y fortaleceré espiritualmente. Gracias Señor, en el nombre de Cristo, amén.
MATEO 14:22-34
En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23 Después de despedir a la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24 Ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas, porque el viento era contrario. 25 Pero a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar. 26 Los discípulos, viéndolo andar sobre el mar, se turbaron, diciendo:
—¡Un fantasma! Y gritaron de miedo. 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: —¡Tened ánimo! Soy yo, no temáis.
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: —Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
29 Y él dijo: —Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame!
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
32 En cuanto ellos subieron a la barca, se calmó el viento. 33 Entonces los que estaban en la barca se acercaron y lo adoraron, diciendo: —Verdaderamente eres Hijo de Dios.

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